lunes, 9 de mayo de 2011

Equipara Felipe Calderón gesta con batalla contra el narco



Cambio Digital


Con un discurso reducido a su mínima expresión, calificando su guerra contra el crimen organizado como un enfrentamiento entre “el mal y los mexicanos de bien”, el presidente Felipe Calderón dejó en claro que las peticiones de “no más sangre” y el “estamos hasta la madre” no serán tomadas en cuenta por más marchas que se organicen.

En el mensaje que lanzó desde el mausoleo de Ignacio Zaragoza, en el marco del 149 aniversario de la Batalla del 5 de Mayo, Calderón Hinojosa trazó un paralelismo entre el enfrentamiento que protagonizaron el Ejército mexicano y las fuerzas militares francesas en 1862, con la confrontación que mantiene la administración del michoacano desde el inicio de su sexenio y que ha dejado ya más de 36 mil muertos.

Y en ese trazar similitudes, insistió en que no habrá marcha atrás como no la hubo en los fuertes de Loreto y Guadalupe cuando el Ejército de Oriente enfrentó a los batallones galos:

“México espera mucho, mucho de todos los que tenemos responsabilidades públicas y políticas, ninguna autoridad debiera desoír el clamor de justicia de los ciudadanos, ningún gobernante o representante debe rehuir la responsabilidad para obtener beneficios políticos o eludir costos de la tarea que se cumple por deber”.

Esto, a pesar de la sangre que ha costado y el dolor que ha sembrado, un dolor que, dijo, “comparte plena y profundamente”.

“Es, precisamente, ese dolor y esa indignación lo que nos motiva a seguir adelante.

A pesar de la duda o desánimo que pueda haber, comprensiblemente en muchas personas, tenemos que hacer acopio de fuerza, enfrentar y dominar el mal.

Los mexicanos de bien estamos en el mismo bando y por eso la acción de los criminales, más allá de nuestras legítimas discrepancias, no debe dividirnos, debe unirnos en nuestro propósito de consolidar un México de justicia, de paz, de seguridad y de democracia.

Y puntualizó: “Las acciones de la delincuencia, lo sabemos bien, han generado dolor y congoja inconmensurable en sus víctimas, pero también en todos los mexicanos. Y ante este enemigo, hay quienes, de buena o mala fe, quisieran ver a nuestras tropas retroceder, a las instituciones bajar la guardia, y darles simple y llanamente el paso a esas gavillas de criminales.

“Hoy les digo que eso no puede y no va a ocurrir, porque tenemos la razón, porque tenemos la ley, y porque tenemos la fuerza, vamos a ganar”, apuntó.

El mandatario, acompañado en el estado por correligionarios suyos, como el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, o el gobernador de estado, Rafael Moreno Valle, insistió varias veces en un llamado a privilegiar el interés de la patria por encima del interés partidista evocando las palabras del general Miguel Negrete, quien participó en la batalla al lado de Ignacio Zaragoza: “que antes que partido tengo patria”.

Vale la pena resaltar que se trató de un acto protocolario blindado por varias decenas de militares, marinos y agentes de la Policía federal, quienes sitiaron toda la zona aledaña a la fuente de Zaragoza. Y sólo permitieron el paso a proscriptos clase 1992, quienes protestaron “proteger y servir a la patria”.