viernes, 6 de mayo de 2011

“Política” de Pablo Anaya afecta a Duarte!

- Su “hambruna” por escalar posiciones lo ciega.
- Sueña con ser el “Cacique” de todo el estado.
- “Donde ande Pablo, no vamos”: Priistas de los distritos de Poza Rica y Papantla.
- Que espera el gobernador para cesarlo por las corruptelas que hizo como diputado y alcalde”: Sociedad Civil.


Redacción/EL Imparcial del Golfo/Poza Rica, Ver.

 

En cualquier punto de las ciudades de Poza Rica y Papantla, priistas y políticos de otros partidos, así como la sociedad civil, atinan a censurar las actitudes que Pablo Anaya Rivera ha asumido como funcionario público. Desde que fuera diputado federal, presidente municipal, su vergonzosa asunción como diputado local, y ahora como secretario de salud en el estado; Anaya Rivera ha demostrado su egolatría, soberbia, ignorancia en la función pública, corrupción, y hambruna de poder. “Esa hambruna lo ciega, además de que Pablo nunca ha sido considerado como un político brillante, mucho menos analista o estadista. Es anestesista y fue bueno, hasta ahí. Como abogado, no ha hecho nada”. “Pablo como operador político, afecta mucho al gobernador Duarte”. Así, entre muchos, completaron esta descripción sobre Pablo Anaya Rivera. Claro, no sin aclarar que su vida privada es muy respetable, aunque ésta tenga “detalles” que no lo distingan como el modelo a seguir.

Entre sus “cercanos” se comenta mucho que Anaya sueña con ser Senador, luego Gobernador, y por último, el cacique de todo el estado de Veracruz, quizás para enseñarle a Fidel Herrera cómo se hacen las cosas, toda vez que es bien sabido que Fidel nunca lo aceptó como gente de su equipo, y Javier Duarte, menos.

Por otra parte, priistas connotados de los dos distritos políticos, Poza Rica y Papantla, han manifestado en varias ocasiones que “Donde ande Pablo, no vamos”, dejando muy clara cuál es su posición con respecto a sus “políticas”. Le censuran severamente que ataque por “debajo del agua” al presidente municipal Alfredo Gándara, por el simple hecho de que este último no se somete a sus “órdenes”. Que agradezca que le tapara sus “concesiones”, refiriéndose a la de los parquímetros y a la de la basura. Estas rencillas sin duda dividen más al PRI y alejan los resultados de las gestiones de ambos, de los propósitos del gobernador del estado.
Extrañados también señalaron, que no se explicaban por qué Javier Duarte lo había nombrado secretario, a pesar de estar enterado de todas las que ha hecho Anaya Rivera. Incluso dijeron que entendían que pudiera deberse a un compromiso con el PRI nacional, pero que cinco meses que lleva como secretario de salud eran más que suficientes para que Duarte confirmara quién es Pablo Anaya y el daño severo que le hará a él como gobernador, a la salud de los veracruzanos con sus acciones, y al propio PRI.

Solo por señalar un ejemplo, empleados del hospital regional de Poza Rica, manifestaron al Imparcial del Golfo, que cuando le indicaron las carencias e hicieron solitudes de equipos y materiales médicos para ese hospital, Pablo solo se concreto a encogerse de hombros e indicarles con firmeza que se aguantaran y no solicitaran nada porque no había dinero.

Indudablemente que Pablo Anaya Rivera como político, funcionario público, y operador del gobierno del estado, es un buen anestesista, Abogado, no!