Filiberto Vargas Rodríguez
Más impuestos
Queda claro. Cuando dijo que no pretendía ser el Gobernador más popular, Javier Duarte de Ochoa iba en serio.
Y con la ayuda de su principal asesor en materia financiera, el secretario de Finanzas Tomás Ruiz, conseguirá más pronto de lo planeado, que los veracruzanos lo aborrezcan.
En el 2010, el Congreso de Veracruz aprobó con 38 votos a favor y uno en contra, la iniciativa de decreto para subsidiar el pago del Impuesto Sobre la Tenencia o Uso de Vehículos, a partir del primero de enero de 2011.
De acuerdo con aquella iniciativa de decreto, presentada por el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán, dicho subsidio del 100 por ciento al gravamen se aplicaría a todas las personas físicas y morales que estuvieran registradas en el padrón vehicular.
La única condición es que estuvieran al corriente en los pagos de sus obligaciones en materia de dicho impuesto por los ejercicios fiscales anteriores al año 2011.
En el mismo documento se establecía el compromiso de no crear ningún otro gravamen para sustituir el correspondiente al Impuesto sobre la Tenencia o Uso de vehículos en 2012, “y lo que se tenga gravado por este, será cubierto con recursos del Estado, a través de las participaciones federales”, advertía el documento.
El primer revés para aquel ordenamiento legal lo dio el actual Gobernador apenas asumiendo el poder. Envió una iniciativa –que se convirtió automáticamente en dictamen y fue aprobado por la sumisa mayoría priista- para modificar dicho Decreto y ofrecer el subsidio del 100 por ciento al impuesto de la tenencia vehicular, sólo a aquellas unidades cuyo valor de factura fuera de 230 mil pesos o menos.
El argumento fue contundente: Se requería de esta fuente de ingresos para resolver “los problemas de liquidez” que enfrentaba el Estado.
Este miércoles le dieron la estocada final al Decreto presentado por Fidel Herrera Beltrán el año pasado.
El actual Gobernador envió una iniciativa para la creación del Impuesto Estatal sobre la Tenencia o Uso de Vehículos, que sustituirá el impuesto federal correspondiente, que por Decreto Presidencial queda derogado a partir del 2012.
La iniciativa recuerda que el Decreto Presidencial hace la observación de que las Entidades Federativas puedan adoptar un impuesto local sobre tenencia o uso de vehículos, y advierte que la intención de crear este gravamen es “con el fin de mantener unas finanzas públicas equilibradas”.
Evasivo como suele ser este gobierno, jura que esta carga no implica… “la creación de una nueva contribución local, toda vez que los sujetos del impuesto, así como su objeto, base y tasa, son los mismos que se contemplan en la legislación federal”.
Sí, con la diferencia de que el sujeto de ese impuesto había sido avisado, no sólo por las autoridades federales, sino por las estatales, que ya no lo pagaría, y una vez más fue víctima del engaño.
La aplicación de este nuevo impuesto estatal deja en claro que las proyecciones de ahorro y captación tributaria no están resultando como fueron proyectadas, por lo que deben recurrir a nuevas medidas recaudatorias, a costa del bolsillo de los veracruzanos.
No nos extrañemos si en los próximos meses los “genios” de las finanzas en Veracruz nos inventan nuevos cargos. Está claro que lo gastado en la campaña electoral del 2010, y lo que se llevó el anterior Gobernador de Veracruz, será pagado por quienes habitamos en esta sufrida entidad.
Más impuestos
Queda claro. Cuando dijo que no pretendía ser el Gobernador más popular, Javier Duarte de Ochoa iba en serio.
Y con la ayuda de su principal asesor en materia financiera, el secretario de Finanzas Tomás Ruiz, conseguirá más pronto de lo planeado, que los veracruzanos lo aborrezcan.
En el 2010, el Congreso de Veracruz aprobó con 38 votos a favor y uno en contra, la iniciativa de decreto para subsidiar el pago del Impuesto Sobre la Tenencia o Uso de Vehículos, a partir del primero de enero de 2011.
De acuerdo con aquella iniciativa de decreto, presentada por el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán, dicho subsidio del 100 por ciento al gravamen se aplicaría a todas las personas físicas y morales que estuvieran registradas en el padrón vehicular.
La única condición es que estuvieran al corriente en los pagos de sus obligaciones en materia de dicho impuesto por los ejercicios fiscales anteriores al año 2011.
En el mismo documento se establecía el compromiso de no crear ningún otro gravamen para sustituir el correspondiente al Impuesto sobre la Tenencia o Uso de vehículos en 2012, “y lo que se tenga gravado por este, será cubierto con recursos del Estado, a través de las participaciones federales”, advertía el documento.
El primer revés para aquel ordenamiento legal lo dio el actual Gobernador apenas asumiendo el poder. Envió una iniciativa –que se convirtió automáticamente en dictamen y fue aprobado por la sumisa mayoría priista- para modificar dicho Decreto y ofrecer el subsidio del 100 por ciento al impuesto de la tenencia vehicular, sólo a aquellas unidades cuyo valor de factura fuera de 230 mil pesos o menos.
El argumento fue contundente: Se requería de esta fuente de ingresos para resolver “los problemas de liquidez” que enfrentaba el Estado.
Este miércoles le dieron la estocada final al Decreto presentado por Fidel Herrera Beltrán el año pasado.
El actual Gobernador envió una iniciativa para la creación del Impuesto Estatal sobre la Tenencia o Uso de Vehículos, que sustituirá el impuesto federal correspondiente, que por Decreto Presidencial queda derogado a partir del 2012.
La iniciativa recuerda que el Decreto Presidencial hace la observación de que las Entidades Federativas puedan adoptar un impuesto local sobre tenencia o uso de vehículos, y advierte que la intención de crear este gravamen es “con el fin de mantener unas finanzas públicas equilibradas”.
Evasivo como suele ser este gobierno, jura que esta carga no implica… “la creación de una nueva contribución local, toda vez que los sujetos del impuesto, así como su objeto, base y tasa, son los mismos que se contemplan en la legislación federal”.
Sí, con la diferencia de que el sujeto de ese impuesto había sido avisado, no sólo por las autoridades federales, sino por las estatales, que ya no lo pagaría, y una vez más fue víctima del engaño.
La aplicación de este nuevo impuesto estatal deja en claro que las proyecciones de ahorro y captación tributaria no están resultando como fueron proyectadas, por lo que deben recurrir a nuevas medidas recaudatorias, a costa del bolsillo de los veracruzanos.
No nos extrañemos si en los próximos meses los “genios” de las finanzas en Veracruz nos inventan nuevos cargos. Está claro que lo gastado en la campaña electoral del 2010, y lo que se llevó el anterior Gobernador de Veracruz, será pagado por quienes habitamos en esta sufrida entidad.