No se logró establecer si la reunión con Ella Esther Gordillo sería antes o después de que el gobernador Torre Cantú acompañe al Secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora en Ciudad Mier, pero sí que desde anoche ya estaba en la Ciudad de México junto con el titular de la Secretaría de Educación de Tamaulipas Diódoro Guerra Rodríguez y el dirigente de la Sección 30 del SNTE Arnulfo Rodríguez Treviño.
El conflicto, que surgió a partir de que en los primeros días de este mes la Sección 30 del SNTE constató la salida de la estructura educativa de Luis Humberto Hinojosa Ochoa y Cecilia Robles Riestra, tuvo su primer momento cumbre el 8 y el 9 de enero, cuando personeros de Arnulfo Rodriguez convocaron subrepticiamente a un paro magisterial a partir del día 10, fecha en que el alumnado de Tamaulipas regresaba del período vacacional.
La misma noche del día 9, las primeras negociaciones abortaron un presunto paro magisterial cuyos motivos eran desconocidos por el grueso del magisterio.
Días después, sin admitirlo abiertamente, la Sección 30 del SNTE deslizó los motivos que generaron su inconformidad: la salida de Cecilia Robles Riestra de la SET y la incorporación de Bladimir Marínez Ruiz en la Subsecretaría de Educación Básica en lugar de Luis Humberto Hinojosa Ochoa.
Habiendo percibido poco poder de convocatoria, Rodríguez Treviño cambió la estrategia y empezó a reclamarle al gobernador el incumplimiento de compromisos contraídos con el fallecido Rodolfo Torre Cantú y luego a cobrarle la factura al propio mandatario estatal con el argumento de que los votos del magisterio fueron fundamentales para su triunfo electoral del 4 de julio.
Trabado el conflicto, detenido el resto de los nombramientos en la SET, cuyo propio titular apenas ayer miércoles fue desconocido por Arnulfo Rodríguez Treviño, se decidió finalmente buscar una solución definitiva con Elba Esther Gordillo en la Ciudad de México, aunque se presume que será mañana viernes cuando se den a conocer los pormenores.
No es pieza menor a la que va a enfrentar Egidio Torre Cantú, considerando que las influencias de Elba Esther Gordillo Morales ya una vez llegaron hasta el tercer piso de Palacio de Gobierno, cuando instó al entonces mandatario Eugenio Hernández Flores a hacer todo lo que pudiera para apoyar la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a Los Pinos, en detrimento del candidato del PRI y para menguar la fuerza de Andrés Manuel López Obrador, lo que a la postre le fue concedido, aunque luego Hernández Flores fuera exhibido en pleno Zócalo de la Ciudad de México.