México.- Con severas críticas a la clase política en general, y al Ejecutivo en particular, el Senado inauguró su nueva sede en Reforma e Insurgentes, en donde desde tribuna el priista Francisco Labastida Ochoa sostuvo que México es una nación de contrastes, con profunda insatisfacción colectiva y un gran deseo de cambio, mientras el petista Ricardo Monreal sentenció: “esto es una farsa”.
Sin más, el ex gobernador de Zacatecas lanzó los datos a quemarropa: “mientras festejamos en la fastuosidad la inauguración de este recinto, habrán sido ejecutadas 16 personas más para sumarse a los casi 40 mil caídos, culpables o no, sin averiguación previa ni expediente 90 por ciento de ellos”.
En una sesión solemne a la que fueron invitados los tres poderes de la Unión, gobernadores y representantes de la sociedad, el presidente de la Mesa Directiva, Manlio Fabio Beltrones, presumió a esta nueva sede como el paso para que el Senado sea pieza clave en la renovación institucional que el país requiere, para tener gobiernos capaces de construir los consensos indispensables para recuperar el crecimiento económico.
La euforia que se reflejaba en los rostros de muchos legisladores fue opacada por la senadora panista, Judith Díaz, quien pidió el uso de la palabra desde su curul para reclamar como presidenta de la Comisión de Equidad y Género: “lamento mucho que ninguna mujer fue designada para hacer uso de la palabra en esta sesión solemne inaugural”.
Hablaron representantes de los seis grupos representados en el Senado. Beltrones reafirmó que el Senado se caracteriza por su madurez, capacidad de acordar y conciliar a lo largo de la historia; “ha sido, es y debe seguir siendo un creador de instituciones por definición”.
Frente a la inseguridad, la miseria, el desempleo y el desaliento, apuntó, “estamos convencidos que la vía institucional es el mejor camino para canalizar las exigencias de cambio y fijar las nuevas reglas y acuerdos que nos permitan renovar y fortalecer nuestra capacidad de acción colectiva”.
Por el PAN, José González Morfín dijo que el Senado está ante la oportunidad de convertir su nueva sede en un sólido baluarte de la nación, respetando las mejores tradiciones legislativas de nuestra historia, por lo que consideró que la mudanza al nuevo recinto no sólo debe ser física, sino también intelectual y de actitud.
“No hay otra vía, debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para que el Senado sea, en efecto, fortaleza de nuestra vida institucional, garante de nuestros derechos y libertades, primer muro de defensa de nuestra soberanía, leal representante de la unidad y pluralidad, promotor incansable de la igualdad y, sobre todo, impulsor del espíritu transformador que distingue a esta gran nación”, sentenció.
Carlos Navarrete, del PRD, consideró ésta una oportunidad para hacer un recuento de la situación del país porque, sostuvo, “no estamos bien en materia económica, social y de seguridad. No podemos echar las campañas al vuelo en este 2011”.
Accesibles
• Monreal lamentó los excesos y el dispendio en la construcción del recinto legislativo, por lo que anunció que solicitará una auditoría para saber quién concesionó, a quién, los detalles de los gastos y los beneficiarios de los mismos.
• Todos los invitados a la sesión solemne del Senado fueron accesibles para opinar ante los medios: Francisco Blake Mora, Marcelo Ebrard, Enrique Peña Nieto y el rector José Narro.
• El único hostil fue el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, que, protegido por sus guardaespaldas, se negó a comentar la situación de violencia extrema que se vive en su estado.
Heliodoro Cárdenas y Angélica Mercado