Desorden la imagen que se proyecta.
Inseguridad para peatones, también.
Autobuses pesados siguen circulando.
Más de 700 taxis también contribuyen.
Por Matías Morales Reyes
Papantla.-- Las calles de Papantla particularmente los céntricos tramos, está convertidas en un caos por la invasión de calles de vendedores ambulantes fuera de las banquetas, como también sobre todo, del elevado número de taxis que cotidianamente circulan y que suman más de 700.
El “valor agregado” son los pesados autobuses que bajo la etiqueta de “micros”, son armatostes pesados que además de proyectar mala imagen, aumentan los riesgos de accidentes, de atropellamientos como ya ha sucedido por novatos operadores contratados por la empresa.
La regiduría de Tránsito a cargo de Mariana Espinosa se ha mostrado frágil ante el peso de los intereses que están juego y donde se conjugan taxistas, empresarios y vendedores no fijos con dirigentes prestos a protestar si los tocan las autoridades.
A simple vista este problema pinta para ser “un cuento de nunca acabar”, en perjuicio de los transeúntes, de la seguridad, así como de la imagen de la ciudad.
Papantla como se mira actualmente, parece lo que es según el comentario social: “un rancho grandote por el desorden que está por todas partes”.
Y ante ese deplorable panorama, va quedando en los papantecos la impresión de que lo de “Pueblo Mágico será un proyecto que en este trienio como en los dos pasados, seguirá archivado”.
Acciones a fondo no paliativos, mejoralitos, es lo que procede en esta situación que entre todo lo negativo por los riesgos físicos y amontonamiento de unidades en circulación, vehículos chicos, medianos, pesados y extrapesados, también tensa, altera el sistema nervioso que conduce a graves enfermedades”.
Los papantecos están censurando drásticamente que las autoridades del ramo no pongan orden al caos vial, “tal cual es su obligación.
La regiduría de Tránsito a cargo de Mariana Espinosa se ha mostrado frágil ante el peso de los intereses que están juego y donde se conjugan taxistas, empresarios y vendedores no fijos con dirigentes prestos a protestar si los tocan las autoridades.
A simple vista este problema pinta para ser “un cuento de nunca acabar”, en perjuicio de los transeúntes, de la seguridad, así como de la imagen de la ciudad.
Papantla como se mira actualmente, parece lo que es según el comentario social: “un rancho grandote por el desorden que está por todas partes”.
Y ante ese deplorable panorama, va quedando en los papantecos la impresión de que lo de “Pueblo Mágico será un proyecto que en este trienio como en los dos pasados, seguirá archivado”.
Acciones a fondo no paliativos, mejoralitos, es lo que procede en esta situación que entre todo lo negativo por los riesgos físicos y amontonamiento de unidades en circulación, vehículos chicos, medianos, pesados y extrapesados, también tensa, altera el sistema nervioso que conduce a graves enfermedades”.
Los papantecos están censurando drásticamente que las autoridades del ramo no pongan orden al caos vial, “tal cual es su obligación.
