Las hay por todas partes y sin control de acceso a menores de edad
Licencias en el trienio pasado, cual programas.
Firmas cerveceras, de plácemes por las ventas…
Regresaron los travestis y compiten con meseras.
Broncas, música y gritos, no dejan dormir a vecinos.
Control oficial y Carabina de Ambrosio, gemelos.
Zona urbana y rural, invadida por antros de vicio.
Por Matías Morales Reyes
Papantla.-- El ajuste en el funcionamiento de cantinas tanto en la zona urbana como en la rural, se ha convertido en una necesidad que las autoridades municipales deben aplicar para dar un ambiente de tranquilidad, seguridad y orden a las familias papantecos.
Y lo anterior, no como un favor de parte de quienes forman el Ayuntamiento sino como una obligación en su carácter de representantes populares, del pueblo tanto de la zona urbana como rural porque ciudad, ejidos y congregaciones están saturadas de expendios de bebidas embriagantes y de “depósitos” con permiso y esto es un decir, para que se compre el producto con cebada ahí pero se consuma en otra parte, lo que es un simulacro porque estos sitios están convertidos ya en cantinas a las que solo les faltan las meseras y los travestis.
Las licencias para este tipo de comercio se expidieron como programas en los trienios pasados, hasta sumar no cientos sin miles las cantinas que operan en la zona urbana y en ejidos y congregaciones.
El vicio que se convierte en enfermedad se extendió por todas partes y hoy es alarmante ver ingerir bebidas embriagantes a jóvenes tanto de la ciudad como campesinos.
Las firmas cerveceras están de plácemes porque en Papantla la compra de esas bebidas están “a la alta”, generando ganancias pero afectando a familias que viven cerca de ese tipo de negocios y no pueden dormir por los constantes escándalos.
Y no solo por las noches sino en las madrugadas porque las anuencias mediante pago de tiempo extra, alargan hasta la madrugada el funcionamiento de los expendios de bebidas embriagantes.
“Papantla se acerca ya a Poza Rica en cuanto al número de antros.
De hecho está arriba si se toma en cuenta a rancherías, ejidos y congregaciones.
Las familias que se quejan dicen que el control oficial y la Carabina de Ambrosio, son gemelos: lo mismo.
Y ante esa situación, confían en que esta administración ponga orden y regule el número de cantinas en bien de la sociedad que representan.
Licencias en el trienio pasado, cual programas.
Firmas cerveceras, de plácemes por las ventas…
Regresaron los travestis y compiten con meseras.
Broncas, música y gritos, no dejan dormir a vecinos.
Control oficial y Carabina de Ambrosio, gemelos.
Zona urbana y rural, invadida por antros de vicio.
Por Matías Morales Reyes
Papantla.-- El ajuste en el funcionamiento de cantinas tanto en la zona urbana como en la rural, se ha convertido en una necesidad que las autoridades municipales deben aplicar para dar un ambiente de tranquilidad, seguridad y orden a las familias papantecos.
Y lo anterior, no como un favor de parte de quienes forman el Ayuntamiento sino como una obligación en su carácter de representantes populares, del pueblo tanto de la zona urbana como rural porque ciudad, ejidos y congregaciones están saturadas de expendios de bebidas embriagantes y de “depósitos” con permiso y esto es un decir, para que se compre el producto con cebada ahí pero se consuma en otra parte, lo que es un simulacro porque estos sitios están convertidos ya en cantinas a las que solo les faltan las meseras y los travestis.
Las licencias para este tipo de comercio se expidieron como programas en los trienios pasados, hasta sumar no cientos sin miles las cantinas que operan en la zona urbana y en ejidos y congregaciones.
El vicio que se convierte en enfermedad se extendió por todas partes y hoy es alarmante ver ingerir bebidas embriagantes a jóvenes tanto de la ciudad como campesinos.
Las firmas cerveceras están de plácemes porque en Papantla la compra de esas bebidas están “a la alta”, generando ganancias pero afectando a familias que viven cerca de ese tipo de negocios y no pueden dormir por los constantes escándalos.
Y no solo por las noches sino en las madrugadas porque las anuencias mediante pago de tiempo extra, alargan hasta la madrugada el funcionamiento de los expendios de bebidas embriagantes.
“Papantla se acerca ya a Poza Rica en cuanto al número de antros.
De hecho está arriba si se toma en cuenta a rancherías, ejidos y congregaciones.
Las familias que se quejan dicen que el control oficial y la Carabina de Ambrosio, son gemelos: lo mismo.
Y ante esa situación, confían en que esta administración ponga orden y regule el número de cantinas en bien de la sociedad que representan.
