lunes, 16 de mayo de 2011

Los Voladores de Papantla se elevarán en Israel



Por primera vez, el ancestral ritual se verá en el International Spring Festival Rishon Le Zion, donde un
grupo de seis voladores realizará de dos a cuatro ceremonias diarias.

México.- La primera vez que Francisco Hernández Jiménez participó en una ceremonia de los Voladores de Papantla tuvo
emociones encontradas. “Por una parte —dice en entrevista—, era una emoción muy grande, pero, por otra, también sentía un compromiso muy grande”.

Luego de 27 años, este campesino mantiene el compromiso con el ritual que hará su primera aparición en Israel en el International Spring Festival Rishon Le Zion, del 19 al 23 de mayo. Con un grupo de seis voladores realizará de dos a cuatro ceremonias diarias en el festival que se celebra en la ciudad de Rishon Le Zion.

Lo importante de participar en esta gira es difundir la ceremonia milenaria en otras culturas, afirma Hernández Jiménez. “Queremos que la gente le dé el valor que conlleva este rito ceremonial. No es un espectáculo, como se ha manejado en ocasiones, es un rito ceremonial que queremos dar a conocer en otros rincones del
mundo. El grupo está integrado por Ricardo Villanueva Pérez (caporal), Genaro Hernández Hernández, Alejandro García Morales, Cruz Ramírez Vega, Víctor García Castaño y un servidor”.

Actualmente en Papantla hay un consejo de voladores y un promedio de 500 a 600 voladores, explica el entrevistado. “Antes podían ingresar desde los 14 años. Sin embargo, a raíz de la Escuela de Voladores, que iniciamos en 2005, ahora empiezan desde los seis o siete años. Ahí se les enseña el significado, la coreografía y, sobre todo, el compromiso que adquieren al ser danzantes y
participar en este rito”.

¿Las mujeres no pueden participar?

De acuerdo a la cultura totonaca, no está permitido que participe la mujer. Esto se debe a que una mujer no puede fecundar a otra mujer, tiene que ser un varón, que representa al padre sol, fecundando a la madre tierra. El palo es la unión entre el cielo y la tierra. Sin embargo, en otras regiones sí se permite la participación de mujeres, pero lo hacen como espectáculo, digamos. Por eso se creó el consejo, para difundir el sentido profundo que tiene este rito. Una vez que la gente sabe esto, deberá decidir si sigue haciéndolo como espectáculo.

Ustedes han llevado la ceremonia fuera de México, ¿cuál ha sido su experiencia?

En 2004 participamos en el Foro Mundial de las Culturas en Barcelona, donde fuimos muy bien aceptados. La gente estaba emocionada, con mucho fervor. Nos abrazaban, nos daban un calor humano muy grande, enorme. También hemos visitado Chile y Alemania.

¿Cómo fue su encuentro con los indígenas de Chile?

Ellos no tenían idea de que nosotros hacíamos esta ceremonia y les llamó mucho la atención, por todo lo que implica el ritual desde la ceremonia que se hace para el entierro del palo volador. Estuvieron muy atentos, así como también durante la explicación del vuelo. Sin embargo, en ese país, como en otros, se ha olvidado la cultura de los indígenas.

¿Qué crees que ocurre en México?

En México se han dado cosas relevantes; por ejemplo, los nombramientos de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que son bien importantes. Hay que revalorar y apoyar la cultura indígena. El hecho que nos hayan nombrado como parte del patrimonio nos ha servido para la integración. Eso es bien importante, puesto que la unión hace la fuerza. Tenemos el plan de rescate de la ceremonia ritual del volador, así como la reforestación. Debemos explicar a los niños totonacas, y a quienes tengan el interés, la necesidad de aprender este rito milenario.

¿Cómo lo describirías?

Es la vida. Participar en él es un compromiso muy grande. De nosotros va a depender que las nuevas generaciones sigan conservando y preservando este rito ancestral que yo aprendí de mis abuelos, tíos, vecinos, familiares... Antes de subirse al palo uno siente que va a algo desconocido; sin embargo, cuando uno regresa, se tiene una energía enorme, una fortaleza espiritual.

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Un viaje sin apoyos

La promotora Luisa Muriel, quien llevará al grupo a Israel, comenta que no hubo disposición por parte de las autoridades para apoyar el viaje, el cual se realizará gracias a las gestiones de la también promotora cultural Orly Beigel. “No hubo una autoridad que haya tenido la disposición para apoyar este viaje, eso es verdaderamente triste —dice Muriel—. Orly luchó para llevarlos, porque México queda muy en alto. Estuvimos en el Foro de las Culturas y en el Festival de Rituales del Mundo en Bilbao, donde hubo tibetanos, derviches, coros gregorianos y los voladores fueron de los que más público tuvieron”.

Para Muriel es una tristeza que nadie los haya querido apoyar. Cuenta que cuando la Unesco “los nombró parte del Patrimonio Inmaterial, supuestamente el gobernador Fidel Herrera les dio un seguro de vida. Siempre que llevo al grupo en un vuelo veo lo de su seguro, por lo que al hacer las gestiones nos dimos cuenta que lo que les dieron fue un Seguro Popular. ¡Ellos pensaban que era un seguro de vida contra accidentes! ¿Cómo los van a ayudar de esa manera?”.