miércoles, 9 de marzo de 2011

PUNTO DE VISTA

Filiberto Vargas Rodríguez


El pago de las deudas


Una revisión que no tenía sustento legal. Obras que fueron contratadas y debieron ser supervisadas y pagadas durante la anterior administración, siguen en el Limbo.

En un principio la medida anunciada por el nuevo gobierno estatal de “revisar” los pagos pendientes con proveedores y empresas constructoras, para pagar sólo a los que hubieran cumplido con todos los requisitos, parecía más bien una estrategia para ganar tiempo y esperar a que cayeran recursos frescos con los que se liquidarían esas deudas.

Al final de la administración de Fidel Herrera Beltrán se acumularon múltiples cuentas por pagar, cuyo trámite ya había concluido. Esto es, la obra o el producto ya había sido entregado, la supervisión ya se había realizado, ya se había ubicado la partida presupuestal a la que correspondía el pago, sólo hacía falta que se hiciera la transferencia financiera, pero en aquel entonces no había fondos.

A muchos les ha dado por atribuir esa falta de liquidez a los gastos extraordinarios que hizo el Estado por los destrozos que causaron el huracán Karl y la tormenta Mathews. Sin embargo, para la mayoría queda claro que el desorden financiero en la administración fidelista llevaba ya varios meses y nadie duda que gran parte de ese recurso se aplicó en las campañas políticas del 2010, que le permitieron al PRI mantener la gubernatura de Veracruz.

Es, pues, la actual administración la beneficiaria directa de los recursos que fueron desviados del erario y, por lo tanto, es impensable que vaya a combatir tales actos de corrupción.

El pasado fin de semana el secretario de Comunicaciones del Estado Guillermo Herrera Mendoza comentó que hay “entre 12 y 14 empresas constructoras en todo el Estado” que son siendo investigadas debido a que en la anterior administración recibieron recursos para efectuar obras y no las concluyeron, o bien, las hicieron con material de mala calidad.

Dijo que, incluso, a dos de ellas ya les fueron fincadas responsabilidades penales y son del norte del Estado.

¿Qué hizo, entonces, la Contraloría General del Estado de la pasada administración? ¿Acaso no hubo supervisión de los avances de esos trabajos?

El problema de escarbar, aunque sea de manera superficial, en las grandes costras de podredumbre que dejó el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, es que en cualquier asunto que se ahonde, de inmediato saldrán a relucir irregularidades de servidores públicos.

Los responsables de las dependencias ejecutoras de esas obras no concluidas o hechas de mala calidad, los responsables de la Contraloría que debieron supervisar el cumplimiento de tiempos y estándares de calidad, y hasta el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) que tiene entre sus tareas la revisión física de cada obra pública para verificar que se haya hecho y que cumpla con los parámetros marcados en la convocatoria correspondiente.

Si con el afán de pagar “sólo lo justo, lo que se entregó a tiempo y bien hecho”, el actual Gobierno del Estado exhibe a empresas constructoras, deberá actuar con la misma severidad con los servidores públicos que avalaron esos contratos.

Cuentan quienes de esto saben, que en la actual etapa, la de la liquidación de los adeudos heredados por Fidel Herrera Beltrán, tanto con constructores como con proveedores se negocia en términos realmente arbitrarios.

Les anuncian que no les pagarán las obras o productos entregados, pero a cambio se les seguirá contratando, ahora sí con pagos puntuales. Esto es, les ofrecen “borrón y cuenta nueva”.

En caso de no aceptar esos términos, se les liquida lo atrasado, pero no volverán a ver un contrato más con el Gobierno de Veracruz en los próximos seis años.

Muchas de las empresas a las que se les han planteado esas opciones, pasan actualmente por severos problemas financieros producto de lo invertido y aún no recuperado, por lo que aceptan a ojos cerrados las condiciones que pone la nueva administración, con tal de mantener al gobierno como cliente, con la esperanza de que esta administración sí les cumpla.

Otras, sin embargo –las más- saben de estos vaivenes en la política, cultivan nuevas relaciones con los actuales funcionarios, y esperan con la paciencia de Job a que las aguas se calmen, pues saben que pronto estarán cobrando lo vencido y estarán haciendo nuevos negocios.

Debo, no niego. ¿Pago? No tengo.


Los vientos del PAN


Mientras en el PRI parece cada vez más claro que el candidato a la Presidencia en el 2012 será Enrique Peña Nieto –aunque insista en mantenerse en la competencia Manlio Fabio Beltrones- en el PAN la contienda interna podría ser mucho más cruenta que los episodios vividos por el PRI en el pasado reciente.

Está claro que a ningún panista de los que aspiran a la candidatura, le cayó bien la sugerencia del Presidente Felipe Calderón, de que se busque la mejor opción “militante o no” que garantice la victoria.

Muy pronto el dirigente nacional de ese partido, Gustavo Madero, salió a aclarar que el PAN tiene a 10 posibles candidatos a la Presidencia de la República para el 2012. Aunque no dio sus nombres, mencionó que hay Secretarios de Estado, gobernadores y legisladores que deben empezar ya a exponer sus proyectos ante los militantes y los ciudadanos.

Por lo pronto una legisladora, Josefina Vázquez Mota, habló este lunes claro respecto a sus aspiraciones:

"Yo sí quiero estar en la elección interna de mi partido y es la primera vez que lo digo con tanta contundencia, con tanta claridad (...) quiero estar en esta definición que se haga y que tome mi partido de cara al 2012".

La panista aseguró que seguirá trabajando en la agenda legislativa que le interesa a su partido, pero afirmó que otra de sus prioridades es estar en el proceso interno que defina al abanderado blanquiazul.

"Hoy por hoy quiero seguir trabajando en la agenda legislativa. Sí en las urnas, así se resuelve y esta es la decisión que yo tomo frente a la contienda interna de mi partido y mi partido lo resuelve, la pregunta sería por qué no encabezar la decisión política más importante del País", indicó.

Otro que ya mostró sus cartas fue el secretario de Educación, Alonso Lujambio:

“Yo estoy presto para lo que mi partido decida, pero también dije, con toda claridad, que el sexenio no ha terminado y hay mucho trabajo por hacer, hay muchas agendas pendientes y también hay que estar pendientes de los tiempos que vaya definiendo mi partido”.

Por su parte, el Secretario del Trabajo, Javier Lozano, reveló que buscará también ganar la candidatura del PAN para el 2012.

“Voy a apoyar a quien quede y espero que, si quedo yo, me apoyen a mí".

Y mientras unos levantan la mano para ser considerados, otros prefieren trabajar en el bloqueo de aspirantes.

Se habla ya de un grupo de panistas encabezado por Roberto Gil, secretario particular del Presidente, y por Patricia Flores, ex jefa de la Oficina de la Presidencia, que han acordado impulsar a quien más destaque de entre Josefina Vázquez Mota, Alonso Lujambio y el titular de Sedesol, Heriberto Félix.

Ese grupo -que intentó llevar a Gil a la dirigencia nacional del PAN- sostuvo una reunión en Puerto Vallarta.

Al encuentro asistieron unos 50 panistas de todo el país, quienes coincidieron en hacer frente a la eventual candidatura del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien podría ser apoyado por el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero.

Entre los congregados en esa reunión destaca la figura de Julen Rementería, el exalcalde de Veracruz que ahora aspira a ser candidato al Senado de la República y mantiene una alianza, al menos para impedir el avance de Miguel Ángel Yunes Linares, con Alejandro Vázquez Cuevas.

Está claro que, como nunca antes, el Partido Acción Nacional se verá sometido a severas tensiones para la definición de su candidato, además que deberán considerar, a la luz de los resultados más recientes, la posibilidad de buscar, incluso rumbo a la Presidencia, una candidatura en alianza con la tercera fuerza política del país, el PRD.

Ya no falta mucho para que lo sepamos.