lunes, 24 de enero de 2011

Innegable la agresión a menores en Veracruz




Yolanda Reyes Apodaca

Córdoba, Veracruz.- La agresión hacía los menores de edad en Veracruz es un hecho innegable, que está presente en la entidad, aunque en menor porcentaje que en otras entidades. Tan sólo en el Conecalli, en Xalapa, hay 80 menores albergados por abandono hasta por violación, en muchos casos hasta por sus propios familiares, reconoció el director del DIF Estatal, Juan Antonio Nemi Dib.

El caso más reciente es el de una niña de cinco años de edad en Coatepec, que fue violada en presencia de su familia. El funcionario estatal explicó que no se tiene un número exacto para conocer cuántos menores son violados.

Al ser cuestionado sobre las cifras oficiales que revela la Procuraduría de la Defensa de la Familia de que en Córdoba se cometen dos violaciones a menores diariamente, Nemi Dib respondió que no dudaba de ello y lo más probable es que fuera cierto.

Comentó que los niños de la calle sufren más vejaciones de tipo violento y laboral, por ello dijo que el DIF estatal realizará un censo para encontrar una estadística real.

Indicó que el DIF estatal realiza un gran esfuerzo para que los niños afectados se recuperen emocionalmente y de las secuelas físicas, así como una campaña de educación y promoción para difundir los derechos de los niños y una de reeducación de las familias disfuncionales.

Para contrarrestar las vejaciones hacia los menores, Juan Antonio Nemi recomendó -principalmente- a las mamás poner mucha atención a sus hijos, es que desafortunadamente en los hogares es donde ocurren la mayoría de las agresiones y por familiares.

Es importante que en la medida que vaya creciendo los niños se les haga conciencia de su sexualidad, integridad y derechos para que aprendan a protegerse. Es un problema de carácter formativo educacional que el niño aprenda a hacerse respetar y los adultos aprendamos a respetarlos.

Para concluir, indicó que el DIF estatal propondrá a los medios de comunicación para que de manera voluntaria suscriban un código ético para no publicar información sobre menores de edad, aunque sean víctimas o victimarios porque es inapropiado que sean objeto de publicaciones.