Si hubo un tema que le provocó dolores de cabeza a la actual administración estatal, desde el primer día, fue el de las becas que entrega el gobierno estatal a estudiantes de todos los niveles.
Las que más problemas causaron fueron las que estaban ligadas al Programa Nacional de Becas para la Educación Superior.
Desde 2001, el Gobierno Federal, a través de la SEP, en coordinación con los gobiernos de los estados y las instituciones públicas de educación superior, estableció el Pronabes, creado con el propósito de que una mayor proporción de jóvenes en condiciones económicas adversas accedieran a los servicios públicos de educación superior, y con ello pudieran iniciar, continuar y concluir dicho tipo educativo, dentro de los programas: técnico superior universitario y licenciatura de buena calidad.
Desde 2004, Pronabes y el Banco Mundial, prepararon el Programa de Asistencia a Estudiantes de Educación Superior (PAEES) en el marco del cual esa institución financiera internacional otorgó un préstamo al Gobierno de México.
En el ejercicio fiscal 2009 Pronabes contó con una asignación presupuestal para becas de mil 288 millones de pesos. En 2010 se destinaron mil 299 millones 962 mil 429 pesos.
En las reglas de operación del Programa Nacional de Becas se establece como primera obligación para la SEP “aportar, de acuerdo con la disponibilidad presupuestal, los recursos que se acuerden con los gobiernos de las entidades federativas y con las Instituciones Públicas Federales de educación superior”.
Sin embargo, la primera obligación de las entidades federativas es muy similar: “Aportar anualmente y con oportunidad, dentro del ciclo escolar de que se trate, los recursos acordados con la SEP”.
Como es bien sabido, en la recta final de la pasada administración estatal, por coincidencia justo después de las elecciones del mes de julio, el gobierno estatal cayó en una severa crisis de liquidez, que pretendió justificar por los fenómenos naturales que azotaros los meses de septiembre y octubre al territorio veracruzano.
Una de las primeras medidas de ajuste que tomó el entonces Gobernador Fidel Herrera Beltrán, fue dejar de aportar al fideicomiso correspondiente lo que le correspondía al Estado para el pago de las becas de educación superior. Para estos casos la Federación tiene una política (o tenía, pues en casos como el Fonden ya ha flexibilizado su conducta) que consistía en retener el recurso federal hasta que viera reflejado en los fideicomisos la aportación que corresponde a los estados.
Como Veracruz no aportó, tampoco lo hizo la Federación, y de la noche a la mañana se acumuló una formidable suma que correspondía a las becas de todo el año para los estudiantes veracruzanos.
Los últimos compromisos fueron saldados ya por la actual administración estatal antes del 31 de diciembre del 2010.
Este lunes el Director del Sistema Estatal de Becas, Bernardo Sánchez Vigil, anunció que prepara “nuevos lineamientos” para expedir las convocatorias del programa de becas 2011.
El funcionario explicó que la intención es que los recursos que se entreguen sean “socialmente justos y económicamente eficaces” (¿no lo eran antes?).
Anunció que se realizará una “pre-captura” de datos de todos los estudiantes que reúnan los requisitos para ser incorporados al sistema.
Dijo que se está revisando la base de datos de 2010 para depurar los padrones de los alumnos que hayan concluido sus estudios durante el año pasado, a efecto de tener la información exacta de quiénes realmente cursan algún grado educativo.